Esta iglesia fue diseñada por dos arquitectos jóvenes, Gabriel Guarda y Martín Correa, y esta posee la magia de rescatar bajo su construcción provocada por desface, estructura y modalidad, la magia de la luz, como entorno de la iglesia, que posee además un sentido religioso, que contiene varios contextos dentro de la iglesia, como la entrada de los fieles, y la pequeña estructura en la que se encuentra un cristo que acentúa una luz tenue y muy cálida en dirección al santo.
Esta salida a terreno nos hizo apreciar que la luz puede ser capaz de dar muchos ámbitos y juegos diferentes con lo que queremos expresar y demostrar, sus movimientos dentro de la estructura y las envolventes de ella en torno al paisaje.
A continuación apreciaremos algunas imágenes en las que se demuestra su construcción y la planta general.
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